domingo, octubre 22, 2006

ARTURO ALAPE. Por Julio César Londoño

De: Orlando Cajamarca dirgeneral@esquinalatina.org
Enviado el: Miércoles, 25 de Octubre de 2006 09:45 a.m.
Para: zaid@emcali.net.co Luis Alberto Díaz Martínez
Asunto: Re: La sandez o memez que faltaba

Mi querido Lucho no era para tanto. Pero comparto el espíritu de tu diatriba . Un fuerte abrazo Orlando
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De: Luis Alberto Díaz Martínez, zaid@emcali.net.co
Enviado el: Lunes, 23 de Octubre de 2006 09:02 a.m.
Para: Bitácora Arturo ALAPE aalapeblog@gmail.com
Asunto: La sandez o memez que faltaba

La sandez o memez que faltaba
Por Luis Alberto Díaz Martínez *
Una obra histórica y literaria, humanista, sólida y consecuente como la de Arturo Alape, se defiende sola. El paso de los días y los años lo dirán, así como la gente esclarecida (no hipnotizada ni idiotizada) de nuestro país. Todo tiene su momento. Al fin y al cabo el afán de figuración y notoriedad a toda costa sólo es para los pontífices del raiting, de la rutilancia y de la religión del éxito tan cara para quienes se creen más o mejores que todo el mundo.
De allí que los embates tremendistas de Julio César Londoño contra Arturo Alape y su obra, propios del sensacionalismo que caracteriza a los bufones mediáticos, sólo pueden guardar reposo en el albañal de su mediocridad y servir para hacer una precisión:
El tremendismo por su carácter pirotécnico es un recurso facilista propio de los mercenarios amanuenses que "son legión" a merced de los consabidos dueños del poder económico y político ancestral de Colombia. Por lo tanto, al posar –tales escribas– de librepensadores que legitiman la libertad de prensa con sus audacias de enfants terribles (trasnochadas y seniles) o de cuentachistes, simplemente se limitan como oficiosos borregos a seguir aceitando la voraz maquinaria del Establecimiento fanático que no para de vociferar y atentar contra quienes no se suman al coro infame del lameculismo.
Queda claro, pues, que el servilismo mediático asumido como vocación (tan cercana siempre de los vendidos o de los renegados) no sólo ha probado ser muy rentable en los distintos órdenes sino también una eficaz técnica de choque de los correveidiles de turno para escalar el panteón del "reconocimiento", sobre todo si se funda en el gran acopio de necrofagia que hacen las bestias carroñeras.
* Escritor y comunicador independiente.
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NOTA INTRODUCTORIA
Apreciados amigos y amigas:
Cordial saludo. Es bastante probable que Ustedes ya hayan leído y comentado la columna de Julio César Londoño en EL PAIS de ayer. Si por alguna razón no la vieron, aquí la reproducimos como un elemento de debate que nos permita – si lo consideran pertinente – afianzar los reconocimientos y la admiración que tuvimos, tenemos y tendremos por EL MAESTRO ALAPE, como ser humano y como creador. Haberlo conocido de cerca, conocer buena parte de su biografía y de su obra y de las múltiples opiniones y comentarios de autorizados críticos y analistas sobre él y sobre su producción de escritor y artística son fundamento suficiente para estar en total desacuerdo con la mayor parte del escrito de Julio César Londoño. Y a éste habrá que invitarlo a que lea y vea la obra de Alape y los análisis que otros críticos y escritores – bastante más autorizados que el columnista – han hecho sobre ella y sobre el ser humano que fue … . Por el momento sólo este concepto:
ADIÓS A ALAPE. Arturo Alape fue un estupendo cuentista (su libro Las muertes de Tirofijo sigue siendo un clásico del género) y el más versado historiador sobre el 9 de abril. Su muerte nos priva de un gran narrador, un cronista excelente y un hombre de izquierda de ejemplar coherencia.
( DE: Dos meses de Uribe 2: la brújula perdida (Fragmento final). POR DANIEL SAMPER PIZANO * cambalache@mail.ddnet.es EL TIEMPO, Octubre 11 de 2006
http://www.eltiempo.com/tiempoimpreso/edicionimpresa/opinion/2006-10-11/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR-3280296.html )

Y volvemos a las palabras de Katia: “La gran tarea de aquí en adelante es dimensionar el gran legado que nos dejó Arturo Alape…” .
Cordialmente,
Gabriel Ruiz / NTC … / y Blog http://arturoalape.blogspot.com/
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EN LA MUERTE DE UN SEÑOR QUE TENÍA MANOS DE MUJER
La plana. Por: Julio César Londoño
EL PAIS, Cali, Octubre 21 de 2006
http://www.elpais.com.co/historico/oct212006/OPN/opi2.html

Arturo Alape era un señor bajito, de pelo castaño, nariz fina, ojos verdes y manos bellas e inútiles. Sus fans, que son legión, dirán que me equivoco, que todo lo blasfemo y lo trastoco, que las manos de Alape hicieron historia, poesía, periodismo, ensayo, novela, teatro y pintura. Y es verdad, hizo de todo pero todo le salió mal. Era nuestro más reputado violentólogo, oficio al que se consagró con una fruición y un morbo dignos de mejores empresas. Sus libros, conferencias y conversaciones destilaban sangre, sesos y vísceras y contenían descripciones minuciosas de masacres, cortes de franela, violaciones y falos cercenados y embutidos en las bocas de los muertos. Su estilo era desangelado y estaba lleno de digresiones irrelevantes y ‘condimentado’ con un humor flojísimo, como lo demostró el lunes Víctor Diusabá en estas mismas páginas –supongo que con las mejores intenciones-.

Aunque Alape lo debía todo a una foto con ‘Tirofijo’, como Andrés Pastrana, hay que aclarar que la foto de Alape es de los años 70, cuando ‘Tirofijo’ era “un símbolo mundial de la resistencia contra el imperialismo”, mientras que la de Pastrana es de 1.998, cuando Antonio Marulanda era sólo un narco sanguinario y barrigón, un ‘don Berna’ con una toalla más sucia.

Lo conocí en un Encuentro de Escritores por la Paz realizado en Caicedonia. El último día, un domingo muy temprano, él y yo nos sentamos a redactar el Manifiesto de Caicedonia, un documento que consignaría nuestra posición frente a la guerra. Alape fue designado por ser quien era y a mí me escogieron porque no había más: los otros escritores estaban durmiendo la babilónica ‘perra’ de la noche anterior.

Recuerdo que nos reunimos en una escuela con Manuel Tiberio Bermúdez y Pedro Luis Barco, los gestores del Encuentro, y Alape empezó a dictarle a un escriba su manifiesto, una relación minuciosa de los desmanes del gobierno de Uribe. Todo lo que dictaba era cierto, pero desequilibrado porque no mencionaba los excesos de la subversión y dije con un hilo de voz: Esto parece un manifiesto de las Farc. Al hombre se le oscurecieron los verdísimos ojos y gritó: ¡Entonces ven y redáctalo tú! Yo me quedé mudo y quieto, perro escarmentado, pero al final el documento salió más o menos neutral, como debía ser, y repudió de manera expresa “los atropellos a la población civil por parte de todos los actores del conflicto”.

Cuando pusimos el punto final, Alape me invitó a almorzar. Era otro, el mamerto iracundo se había convertido en un cronista amable contando que, cuando niño, ‘Tirofijo’ vendía quesos y panelas por las trochas del Tolima, que ya joven aprendió a tocar tangos en un violín remendado y que luego, cuando trabajó abriendo carreteras con el Ministerio de Obras Públicas, los ingenieros del Gobierno le enseñaron a manejar explosivos.

Yo creo que la congoja nacional por la muerte de Alape es un homenaje a su amabilidad más que a su talento, al luchador antes que al hombre de letras. Él debe estar conforme: Vale más ser amado que admirado, decía.

Arturo Alape no fue un poeta, pero él mismo era un poema.
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Comenarios en la web de ELPAIS a Octubre 25, 2.006:
http://www.elpais.com.co/historico/oct212006/OPN/opi2.html

Autor: JUAN PANERO / CALI

Alape fué un guerrillero incrustado en la Literaratura, la que uso para difundir los Manifiestos de las FARC, con metralla disfrazada de Historia, Novela o Poesía, pero desde que Cervantes separó el Saber del Lenguaje y con esto inventó la literatura Novelada, estos mediocres corderos como Alape no han podido ocultarse a los ojos avezados en las artes como los suyos apreciado Julio Cesar. La columna del señor Diusabá es una apología a un predicador de la Violencia y un promotor de la lucha de clases en Colombia con la doctrina de que son válidas \"todas las formas de lucha\". Diusabá no nos engaña haciendo elegías de mala calidad como sus columnas, sobre muertos que no sobrevivirán en la historia de la Literatura Colombiana.

Autor: griselda / Colombia

Pobre opinión. Alape fue un letrado luchador. Estuvo detenido por ser de izquierda y tuvo que huir al exterior, simplemente, por decir la verdad. Escribió varios libros, que fueron traducidos al francés, alemán y japonés. Fue coautor de Guadalupe Años sin Cuenta, premio de teatro de 1976, Casa de las Américas. Tenía talento y talante, de eso no hay duda, aunque el columnista lo ponga en duda.

Autor: gregorio / praga.rep checa.

\"neutral,como debia ser\".no se expresar claramente lo que siento cuando una persona, hablando de situaciones como la de nuestra historia de la violencia, piense que se debe ser neutral. neutral cuando se analiza la situación actual, haciendo abstracción de todo contexto histórico, el error para mi parecer, que no permite una cura verdadera a nuestro dolor, el de todos los colombianos. Porque este conflicto tiene unas razones para su inicio, y muy concretas, no se necesita ser un \"mamerto\",solo se necesita ser, en el caso de un historiador, honesto en el análisis. que el señor que escribe, ni admirado ni amado, no se comprometa es su derecho, que el otro señor se comprometiera era su derecho. tener tribuna es un privilegio, no un derecho!!